Tienes un día malo, uno de esos de bajón en los que todo te da igual y le contestas a todo el mundo. Uno de los días en que quieres contarle a alguien lo mal que te sientes contigo, decirle que te sientes feo/a, llorar detrás de la pantalla y decirle que quieres morir porque aquí ya no haces nada. Decirle que sientes que nadie te quiere y que ojalá tuvieras a alguien cerca que cada día te dice ''Buenos días''. Quieres escuchar que no es cierto; que cada día estás más guapo/a y que eres una persona estupenda. Quieres escuchar que alguien estará contigo todos los días y que tan pronto sea posible te dará un abrazo y te dirá todo el aprecio que te tiene. Quieres sentir a alguien cerca de ti y poder llorar en su hombro. Quieres verte en el espejo y sentirte sexy. Pero no lo haces. Te miras al espejo y te ves fea, horrible, que te sobran chichas. Te ves decaída y lo menos que te apetece es levantarte.Te ves con ganas de llorar y gritar: ''HOY ME HE LEVANTADO HASTA LOS HUEVOS DE VIVIR''.
Pero párate a pensar esta vez dos veces; piensa en todas las amigas y amigos que tienes día a día y que te apoyan en los momentos más duros. Piensa y levántate como nunca; no te derrumbes, que siempre habrá alguien que estará a tu lado. Siempre estará la persona que te diga: ''Yo te quiero, y lo haré siempre''. Siempre te dirá que todo problema tiene solución y siempre te dirá: ''sonríe y solo recuerda que yo estaré aquí cuando nadie más lo este. Sonríe, por que las penas no valen nada.''
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